Real Madrid, el aguafiestas.

El Real Madrid, lo ha vuelto a hacer.
Hay costumbres que no deberian perderse nunca, y el Madrid quiere seguir siendo fiel a su tradición.
Ha vuelto a aguarle la fiesta a los antimadridistas. De nuevo les ha quitado el caramelito de la boca. Una vez mas el champán de culés, indios y demas aficionados indeseables se ha quedado en el frigorífico, sin abrir, a la espera de mejor ocasión.

Desde el ridículo empate conseguido ante el Brujas, los juntaletras hablaban ilusionados de la posibilidad de ver al equipo de Zidane jugando en la segunda división europea, la Europa League, despues de una posible y deseada derrota contra Galatasaray.

Estaban salivando, afilando cuchillos, hachas y otros objetos lacerantes con los que cortar la cabeza de Zidane, y de Florentino, ya puestos.

Pero una vez más el Madrid se empeño en sobrevivir. Tuvo el "mal gusto" de ganar en Turquía y estropearles la fiesta a los mismo que ya festejaban la Champions del Atlético en Lisboa, o en Milán, o la Supercopa frente al Sevilla.

Y es que no aprenden. Volvieron a olvidar que somos los mas grandes, y que, aunque a veces caemos, cuesta mucho trabajo tumbar a un gigante.

La prensa volvió a exhibir más sus deseos, nacidos desde la envidia y el odio, que la terca realidad.
Esto les hizo hundirse en la decepción.

Con todo, lo peor es ver como muchos "madridistas" (ponganle todas las comillas del mundo) se alineaban con los asquerosos plumillas y salivaban tambien ante la posibilidad de que Zidane diera el traspies definitivo. Exhiben además orgullosos, sus deseos de derrota, desde una mal entendida exigencia que crea un ambiente irrespirable.
El peor enemigo, sin duda, lo tenemos dentro, en casa.
Me avergüenza tener que compartir afición con estos elementos avinagrados, abanderados del "ya lo dije yo", incapaces de sumar, felices por restar.

El Real Madrid es el equipo mas grande del mundo a pesar de ellos, no gracias a ellos.

No negaré que nuestro caminar esta temporada es vacilante, pero somos el jodido Real Madrid.
Cuando llevas la grandeza en el ADN, todo es posible.