Madridismo de nómina.

Somos madridistas. Somos el Real Madrid, y eso quiere decir muchas cosas.

 Estoy seguro de que no tengo capacidad literaria para enumerar y explicar todo lo que significa ser madridista. Pero si me atreveré (bendita estupidez, siempre tan atrevida), a hablar de algún precio que tenemos que pagar, y pagariamos mil veces más, por el glorioso hecho de ser madridistas.

 El Real Madrid es la marca de España más conocida y valorada en el mundo. Esa es una verdad irrefutable, le duela a quien le duela. En cualquier lugar del mundo, dices que eres español y te hablan del Real Madrid y su leyenda.
Esto no es nuevo, ni lo acabo de descubrir. Ya en tiempos, el dictador Francisco Franco se dió cuenta de lo positivo de unir su imagen a la del club presidido por Bernabéu, a pesar de ser Franco del equipo del ejército, el Atlético Aviación (actual Atlético de Madrid).

 Pero cuando empiezas a crear una leyenda, el odio que provocas es proporcional al amor y la admiración, y diariamente, en todos los medios de comunicación, vivimos y sufrimos ese odio. Estamos acostumbrados a que nos ataquen sea cual sea el devenir de nuestro equipo en la temporada. Da igual ganar o perder.

Ellos saben que pueden ganarse un buen plato de lentejas, cuando no de caviar, por despotricar contra el Madrid. No hay nada negativo, i economica ni socialmente en darle un buen monton de ostias verbales al equipo blanco. Para esto siempre habrá bun avido publico que reira y aplaudira cualquier critica, sin preguntarse si es justa o injusta.

Y parte de esa masa que espera escuchar palos al Madrid, por desgracia visten la misma camiseta que yo. Son madridistas que se consideran criticos, no oficialistas y sobretodo quieren demostrar objetividad, aun no se a quien o a que le deben demostrar nada.
Yo no soy objetivo ni quiero serlo. Aunque eso no me impide ver y decir que mi equipo en algal momento no juega bien, o no ha configurado una plantilla competitiva.
De ahia apoyar o aplaudir a quien destroza mediaticamente a mi club, va un mundo.


 Estas son las reglas del juego mediático.

 Inamovibles, por mucho que quieras luchar contra ellas. Pero hay algo más doloroso que el ataque de tus enemigos. Sin duda, eso es el ataque de tus supuestos amigos, y de esos que forman o han formado parte de ti y de tu club. A estos ultmos, los llamo "madridistas de nómina".

 Su madridismo pasa por nómina a final de mes, y no una nomina pequeña, precisamente. Cuando no cobran del club, se vuelven críticos hasta el insulto. Valdano, Rincón, Sanchis, De la Red... Estos merecen un artículo aparte.

 Pero en los últimos dias hemos descubierto una nueva especie. El que crítica a jugadores y entrenador mientras trabaja y cobra del club. Alvaro Benito ha inaugurado este grupo. Desconocemos si se le uniran más elementos.

Una vez mas, tengo que estar de acuerdo con Florentino. Es inadmisible que critiques a jugadores del club que te paga, más allá de poder decir que no han estado acertados, hay ciertas cosas que no se pueden consentir.

 Es una cuestión de saber en que trinchera estas. ¿Como puedes ponerle una vela a Dios, otra al Diablo y de forma tan evidente?

 No me duele el despido de Alvaro Benito. Me duele lo que ha hecho, y que haya decidido unirse a nuestro enemigos, porque a fin de cuenta era uno de los nuestros, pero decidde saltar del barco que está temporada, de momento, está naufragando.

 Para todos aquellos que criticais este despido, la posible vuelta de Mourinho y cualquier movimiento que haga Florentino, (yo suelo criticar los movimientos que Floren NO hace), a parte de estar en vuestro derecho, deberiais plantearos que está fallando cuando vuestra opinión coincide con la del enemigo, con todos esos medios que disfrutan y se regodean de nuestras desgracias.

 Eso no puede ser bueno.