En momentos de oscuridad y tribulación para el madridismo, suelo echar la vista atras y mirar a los pilares inamovibles del Real Madrid. Son pocos, pero tan fuertes como para sustentar la historia del mejor club del mundo.
Hablo de Don Santiago Bernabéu o Don Alfredo Di Stefano.
Se nos acusa de no saber despedir bien a nuestras grandes estrellas, y mirando hacia atras he llegado a la dolorosa e inevitable conclusión de que es cierto que los divorcios entre el club y las grandes estrellas de nuestra historia suelen ser traumáticos. Bernabéu y Di Stefano y sus desvenencias al final del camino que juntos recorrieron para encumbrar al Madrid, nos dejan esa dolorosa realidad.
Pero mirando esa historia con detenimiento, y otras historias más cercanas a nuestro tiempo, cabe preguntarse, ¿Realmente esto es culpa del club?.
Yo diría que no.
Volveremos ahora a este asunto.
Regresemos a la cruda realidad que hoy masticamos los madridistas.
Pasamos por una temporada desastrosa desde sus comienzos hasta ahora. Despues del enesimo bochorno, esta vez frente a Eibar, se me hace complicado defender a unos jugadores a los que he admirado, disfrutado y que nos han dado la gloriosa posibilidad de ganar 4 Champions en cuatro años, tres de ellas consecutivas.
Cada vez se hace mas evidente que ciertos jugadores estan en franca decadencia y que la hora de la triste despedida se acerca, si bien en algunos casos la hora ya pasó.
Hablamos de Ramos, Marcelo, Modric, Kroos...
Volviendo al tema de las traumaticas despedidas, el problema en el Real Madrid es que son pocas veces las que los jugadores, que a veces viven en una burbuja, ven su decadencia y deciden de comun acuerdo, despedirse.
En eso el Barça nos lleva una gran ventaja. No se de que manera convencen allí a sus estrellas para pedir la jubilacion de manera pacífica y sin revolverse contra el club que los encumbró. No se si es una cuestión económica o psicológica. Xavi e Iniesta se fueron sin hacer aspavientos y tuvieron la inteligencia suficiente para anunciar su retirada con tiempo y de ese modo recibir parabienes y agradecimientos.
También Fernando Torres, este caso en el Atlético, supo que perdería la batalla frente al Cholo, asi que decidió irse y anunciarlo con antelación, lo que le hizo recibir cariño el tiempo que le quedaba en el club.
Todo lo contrario que Raúl, que si se fue sin malas caras, pero sin recibir el cariño que merecía, e Iker, que no aceptó nunca su clara decadencia y las razones más que justificadas del club para prescindir de él.
En nuestra historia reciente, solo contadas excepciones como Zidane han acabado con una cordial despedida.
La ultima, despedida tuvo como protagonista al mejor jugador de la historia del Real Madrid ( en mi opinión ), y si bien Cristiano no salió con los festejos que merecía, lo hizo de mejor manera que en el caso de que, como muchos madridistas pedían, se le hubiera obligado a permanecer en nuestro club. Eso si hubiera sido una autentica guerra publica llena de desavenencias con la presidencia.
Debido a los antecedente es en cierto modo entendible que Florentino no quiera empezar a firmar finiquitos dolorosos a estrellas madridistas cuyo rendimiento tuvo tiempos mejores.
Empatizo con Florentino en su resistencia a enseñarles la puerta de salida a muchos de estos jugadores a los que estoy agradecido, sin obviar que a veces estos jugadores son unos mamones...pero son MIS mamones.
Pero alguien tiene que hacerlo. Alguien tiene que tomar decisiones impopulares que redunden en la renovación de una defensa, que lleva diez años disputanto de manera negligente la Liga, dejando de competir si el estadio y el equipo que tienen enfrente no goza del glamour suficiente, sin importarles arrastrar el nombre y el escudo que representan.
Tan licito es darles las gracias por las Champions que ganaron y con la que nos hicieron sentirnos felices y orgullosos, como pedirles responsabilidades por tirar año tras año las Ligas en el mes de Noviembre.
Esto ya no se sostiene. Esto es el Real Madrid. Aqui no vale vivir de lo hecho hace un mes. Aqui vale el rendimiento constante, entendiendo que no siempre se puede ganar, pero que siempre se debe intentar.
La limpieza de un vestuario que presenta sintomas y vicios reincidentes se hace necesaria.
El presidente debe actuar y dejar de mirar hacia otro lado.
Esta temporada tenemos que tragarnos los groseros errores de planificación. Estos son nuestros jugadores y tenemos que apoyarlos.
Pero la temporada que viene, señor Florentino, debe coger el toro por los cuernos y tomar decisiones tan impopulares como necesarias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Desde MADRIDISMO EN VENA nos gustaria saber tu opnion sobre este artículo. No te calles, cuentanos.