Hay muchos motivos, y ninguno en concreto para que Zizou nunca haya calado en el corazoncito de los buitres juntaletras.
De jugador, Zidane no ofrecia muchas entrevistas, y reducía el contacto con la prensa al mínimo. Se dedicaba, ¡que desfachatez!, a jugar con una calidad envidiable cada partido con la camiseta blanca.
Sólo eso ya podría explicar y justificar los ataques a los que los plumillas le sometían.
Pero lo peor estaba por llegar.
Los totes de la desinformación deportiva se encontraron con la contratación de Zidane como entrenador, después de un irregular paso por el Castilla, y afiliaron sus lápices, y sus viperinas lenguas para escribir y escupir toneladas de odio hacia Zidane y hacía quien lo había puesto ahí, Florentino, asegurando que era el error más grosero que había cometido este, y que Zidane como entrenador era un pobre desgraciado que duraria menos que una caja de hormonas de crecimiento en casa del "chiquetito".
Las sanguijuelas informativas tienen algo más grande que su inutilidad. Su ego.
Y a Zizou no se le ocurrió otra cosa que cerrarles la bocaza a base de ganar Champions, con lo que quedo demostrado, una vez más, la indigencia intelectual de unos tipejos que hacen de su profesión una de las más denostadas del pais, dejando morir de inanición el analisis riguroso y la verdad. Una verdad que normalmente les molesta, por aburrida y alejada de sus deseos.
Todavía sigue siendo común para muchos periodistas, el ninguneo a un entrenador que ha ganado más, en menos tiempo, que sus adorados "Pepito lacitos" o Simeone.
Por todo ello, es muy curioso ver como, despues del primer encuentro de pretemporada, Zidane a arrancado a los "intocables" chicos de la prensa, aplausos y vitores.
Y es que Zinedine se ha unido a la campaña "Echemos a Bale del Real Madrid".
Por supuesto, el entrenador no ha sido tan irrespetuoso y barriobajero como los juntaletras en esta larga y asquerosa campaña "anti Bale", pero si ha sido contundente en asegurar que tiene prisa de que Bale pase a ser historia en el Real Madrid.
Una historia con momentos brillantes que se nos han quedado grabados para siempre, por mucho que el periodismo intentará borrar cualquier recuerdo positivo de Gareth.
No niego que el adios de Bale se empieza a hacer necesario, pero no me gusta que Zidane de carnaza a las hienas mediáticas.
Se que no lo ha hecho para ganarse el favor de la prensa, pero estos celebran las inadecuadas palabras del mister, porque ven como su campaña acabará con exito, aunque mucho más tarde de lo que les hubiera gustado, ya que, desde la "hernia", que fue el primer intento de echarle, ha llovido mucho.
Hoy Zidane les cae un poco mejor a los carroñeros mediáticos.
Mañana volveran a darle palos, por pura inercia.
